Este ha sido un curso de subidas y bajadas, idas y vueltas.
He sufrido, he aprendido, pero también he vivido y disfrutado mucho. He disfrutado de mis pasiones, la docencia, la investigación, la divulgación y de la mayor de todas, VIVIR Y SER FELIZ.
Una aprende a conformarse hasta que redescubre todo lo que hay detrás de un contrato laboral. No centrarse en los objetivos en papel, volver a ver rostros completos, sonrisas, abrazos y esa humanidad que regresa gracias a grupos de personas estupendas que pasan de ser estudiantes a ser tu soporte en el día a día. Cuando notas que ese esfuerzo que hacer por mejorar y buscar tu mejor versión como docente y como persona se ve recompensada con tanto.
No puedo decir más, GRACIAS DE CORAZÓN.
